Reportajes

Robinhood y el lado oscuro de los accionistas retail

Con las bolsas en máximos históricos y millones de jóvenes recluidos en casa, las plataformas digitales de inversión están provocando una revolución, pero los costos pueden ser altos, incluso fatales.

Por: Renato García J. | Publicado: Viernes 24 de julio de 2020 a las 04:00 hrs.
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Basta navegar un rato en Internet para darse cuenta. El espacio digital se ha llenado de asesores y expertos bursátiles ofreciendo sus secretos de trading y consejos para hacerse millonario desde casa. Los day traders son inversionistas que compran y venden acciones sin fijarse en la debilidad o fortaleza estructural de una empresa, sino aprovechando desequilibrios temporales en la oferta y demanda de un activo y que normalmente cierran sus posiciones al final del día.

A mediados de junio se volvió viral un video del bloggero David Portnoy. Sus 1,5 millón de seguidores en Twitter lo vieron revolver un puñado de letras de scrabble en una bolsa, sacar tres al azar y apostar US$ 200 mil a las acciones de Raytheon Technologies Corporation (RTX), un fabricante aeroespacial del que no sabía nada. La grabación termina con su mantra: “Invertir es fácil. Las acciones solo pueden subir”.

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Explosiva combinación

Este auge de los inversionistas aficionados tiene dos causas. Tras el derrumbe de marzo provocado por el coronavirus, las bolsas están disparadas, impulsadas por medidas de estímulo sin precedentes. Wall Street cerró en junio su mejor trimestre en más de dos décadas, con el S&P 500 escalando más de 20%. Las acciones de Apple, Google, Amazon y Tesla alcanzan máximos históricos y la fortuna de Jeff Bezos aumentó US$ 13 mil millones en solo un día.

A eso se suman las medidas de aislamiento. Con millones de jóvenes recluidos en sus casas y trabajadores contectados, un ejército de aspirantes a millonarios está volcando sus esperanzas a un rápido éxito en la bolsa.

Esto ha proporcionado la materia prima para la proliferación de mentores financieros y plataformas digitales de inversión. Schwab, Interactive Brokers y ETrade registraron 1,5 millón de cuentas nuevas en los primeros cinco meses del año, casi el doble que en el mismo período de 2019. Pero pocas han visto un ascenso más rápido que Robinhood.

El campeón de los pobres

Fue fundada en 2015 por Vladimir Tenev y Baiju Bhatt, dos jóvenes desarrolladores de códigos que construían plataformas para transacciones de alta frecuencias. Su servicio libre de comisiones cuenta con más de 13 millones de usuarios en EEUU, donde ha desatado una guerra de precios entre los grandes operadores. Tan solo en el primer trimestre sumaron 3 millones de clientes.

Pero esta revolución no está libre de costos. Aunque está regulada por la SEC, algunas fallas en sus códigos y declaraciones no completamente sustentadas le han generado problemas legales. A comienzos de marzo, poco después de que la Reserva Federal recortara la tasa de interés en 50 puntos base, su sistema colapsó por la excesiva demanda, dejando a millones de inversionistas fuera de una de las jornadas más agitadas del año. Y sus planes para expandirse al Reino Unido fueron aplazados esta semana ante rumores de que el regulador británico pensaba endurecer sus condiciones.

Muchos en el mercado se preguntan cuánto del actual auge obedece a este ejército de inversionistas retail y crecen las advertencias de que estén inflando una burbuja.

Pero los temores van más allá. La polémica se encendió el 12 de junio, cuando el estudiante de 20 años de la Universidad de Nebraska, Alex Kearns, se suicidó convencido de que había perdido cerca de US$ 730 mil en una apuesta fallida en Robinhood. Kearns confundió el monto de la pérdida potencial en una de sus posiciones con la pérdida real, y en su cuenta todavía había un saldo de US$ 16 mil. “No tenía idea de lo que estaba haciendo y nunca fue mi intensión asumir tanto riesgo”, escribió en una nota a su familia.

El caso ha llamado la atención y el representante demócrata por Illinois, Sean Casten, prometió acciones. “Podría haber sido el hijo de cualquiera de nosotros. Es momento de actuar”.

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